
El Instituto Pedagógico Rural "Gervasio Rubio" trasciende la mera definición de una institución educativa; es un símbolo vivo de compromiso, dedicación y transformación social. Su historia, rica en logros y desafíos superados, es un elocuente testimonio del poder transformador de la educación para construir un futuro más próspero y equitativo para Venezuela.
Históricamente, las fechas y los hechos que simbolizan la evolución del Instituto Pedagógico Rural “Gervasio Rubio”, se remontan al año 1953 cuando el Consejo Interamericano Económico y Social de la Organización de Estados Americanos, decide la creación de la Escuela Normal Rural Interamericana (ENRI) cuyos objetivos fundamentales eran la preparación de personal directivo y docente de escuelas Normales Rurales de América Latina.
En el mes de marzo de 1954, cuando por acuerdos Internacionales celebrados con anterioridad, primero en Caracas en 1946, Río de Janeiro 1949 y Montevideo 1950, se eligió entre 18 países participantes, a Venezuela, sede de la Escuela Normal Rural Interamericana (ENRI), la cual funcionaría bajo la denominación de Proyecto 26, auspiciada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO, siglas de United Nations Educational, Scientific, and Cultural Organization).

La creación de la Escuela Normal Rural Interamericana se consideró ayer y se debe considerar actualmente como un hecho de trascendental importancia para la Educación Rural de los pueblos de América. El primero de abril de 1954 se inaugura dicha escuela en esta ciudad, con la finalidad de impulsar la Educación Rural, como una de las vías más adecuadas para lograr el mejoramiento de las condiciones económicas y sociales de América Latina. La llegada a Rubio de los profesores alumnos que integraron los equipos, cada uno de cinco educadores, procedentes de las Repúblicas: Argentina, Estados Unidos, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú, República Dominica, Uruguay y Venezuela creó gran expectativa.

Los países representados en la Escuela Normal Rural Interamericana de Rubio, conformaba en esta Institución una América unida por brazos fraternos de afecto, cultura, historia, tradiciones, vivencias e idiomas; aunque algunos equipos hablaban idiomas diferentes como francés, inglés, portugués y guaraní; la mayoría representaba el común denominador de la idiosincrasia Latinoamericana: subdesarrollo y analfabetismo; dictaduras y menguadas democracias en la mayoría de sus países, pero en la ENRI, a pesar de la distancia que lo separaba de sus patrias, encontraron el calor humano y la alegría de una familia bien integrada, en Venezuela una del Genio de la Libertad. Los países aquí representados con sus respectivas delegaciones ostentaban una mística para el trabajo, la generalidad demostraba un profundo conocimiento de la realidad de la Educación, en especial Latinoamérica. El primer director de la Escuela Normal Internacional, en 1954, fue el Dr. Juan E. Silva, distinguido educador puertorriqueño de vasta experiencia en el campo de la Docencia de preclara inteligencia, honestidad, sencillez, capacidad para gerenciar y de profunda convicción humana.

Los Profesores que intervinieron en el inicio de esta insigne Institución se destacaron por ser especialistas en la investigación de la educación rural, en su mayoría eran doctores, abocados a la búsqueda de soluciones para enfrentar la crisis de la Educación, del niño y de la madre, entes primordiales de su enseñanza. En el año 1958, la Organización de Estados Americanos, decide elevar la calidad de los cursos de la escuela en cuestión. A partir de ese momento, se convirtió en Centro Interamericano de Educación Rural (CIER). En el año 1964, esta Institución luego de diez años de labores, pasó a ser administrada por el Gobierno Venezolano, afianzando su condición de centro de formación docente, al servicio de los intereses del pueblo venezolano fundamentalmente en las áreas Rurales. En 1967, El Gobierno de Venezuela reafirmó su propósito de superar la estructura y proyección del Centro y resolvió integrar a una sola Unidad Operativa, el Centro Interamericano de Educación Rural y la Escuela Normal “Gervasio Rubio” Dicha Unidad se convirtió en una institución que atendía los niveles medios y superiores, para la formación de maestros rurales de Venezuela, perfeccionando profesionales en diferentes niveles y capacitando docentes a nivel de Técnicos Agrícolas. En 1970, el Ministerio de Educación promueve el diseño de una Institución capaz de generar asistencia plena a millares de alumnos del nivel medio y continuar con el perfeccionamiento profesional de los educadores rurales de Venezuela, es así como el CIER se convierte en Unidad Educativa, junto con los Institutos de Educación Media: Liceo “Carlos Rangel Lamus”, Escuela Técnica de Agricultura y Escuela Normal “Gervasio Rubio”.
Finalmente, el 3 de julio de 1990, el Consejo Nacional de Universidades, aprobó la conversión del Núcleo Académico Permanente del Instituto Pedagógico Rural “Gervasio Rubio” de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, a título propio. Es importante señalar que el 15 de enero de 1997, la Cámara Municipal del Municipio Junín, declara al Instituto Pedagógico Rural “Gervasio Rubio”, de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, “Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad de Rubio”, en atención a la importante Misión Pedagógica que esta institución ha venido cumpliendo en el campo educativo local, regional, nacional e internacional de Formación Docente.
A lo largo de sus décadas de fructífera existencia, el Instituto Pedagógico Rural «Gervasio Rubio» ha ejercido un papel insustituible en la formación de educadores profundamente comprometidos con el florecimiento de las comunidades rurales. Sus egresados, portadores de un conocimiento sólido y una vocación de servicio inquebrantable, han dejado una huella imborrable en el panorama educativo venezolano.
El instituto ha demostrado una notable capacidad de adaptación ante los cambios y desafíos del entorno educativo, integrando con visión de futuro las nuevas tecnologías y metodologías pedagógicas. Hoy, el Instituto Pedagógico Rural «Gervasio Rubio» se erige como un referente indiscutible en la formación docente a nivel nacional y como uno de los pilares fundamentales de la UPEL, proyectándose en el ámbito educativo regional como una institución líder en la formación y capacitación de docentes en el Táchira y sus áreas de influencia.
Su inquebrantable compromiso con la excelencia académica y el desarrollo comunitario lo consolida como un faro de referencia a nivel nacional. La institución continúa forjando profesionales de la educación que contribuyen activamente al progreso del país. El Instituto Pedagógico Rural «Gervasio Rubio» trasciende la mera definición de una institución educativa; es un símbolo vivo de compromiso, dedicación y transformación social. Su historia, rica en logros y desafíos superados, es un elocuente testimonio del poder transformador de la educación para construir un futuro más próspero y equitativo para Venezuela.
